¿Cómo declarar apuestas deportivas? Es decir, ¿qué tengo que hacer?

Ah, la magia de las apuestas deportivas, donde uno puede pasar de ser un simple aficionado al fútbol a un magnate financiero en potencia. Primero, guarda todos los tickets como si fueran billetes del Monopoly y luego decláralos en Hacienda con más cuidado que un delantero ante el portero.

Al final, tocará pagar impuestos. Así es la vida: ganar para después perder.

Bueno, chavales, aquí estamos otra vez, dándole caña a las apuestas deportivas y, de paso, a la burocracia. Imagine que las apuestas son como esos conciertos que lo petas y luego Hacienda viene a hacer la lista de invitados.

Mira, lo que te aconsejo es guardar cada ticket como si fueran los mejores discos de vinilo del arsenal de un DJ legendario. Es decir, guarda todo, desde la que te dio la sensación de que ibas a ser el próximo magnate del fútbol, hasta la más patética que se te escapó.

A continuación, al final del mes o del año, haz un repaso digno de una sesión en la consola, y declara todas esas ganancias y pérdidas a Hacienda sin más rodeos que los de un rapero en modo libre.