Espero que estéis bien. Hoy voy a hablar de algo que, aunque no es común en nuestro círculo, puede pasar: querer denunciar una casa de apuestas.
Ya sabéis que yo soy más de disfrutar del buen fútbol y hacer alguna apuesta chula cuando se tercia. Pero las cosas no siempre son guay.
Primero os cuento cómo va la vaina. Si una casa de apuestas no cumple con lo prometido o sospecháis alguna actividad ilegal, el primer paso es recopilar todas las pruebas posibles, como emails, capturas de pantallas o cualquier contrato dudoso que tengáis por ahí guardado.
Esencial tener esto antes de hacer cualquier movida porque sin pruebas estamos perdidos en la conversación. A continuación toca ir a Consumo, cada comunidad autónoma tiene su oficina para estos casos (en Madrid está claro cuál toca) y presentar una reclamación formalísima explicando vuestro problema punto por punto acompañado por nuestras queridas pruebas digitales o físicas.
Hay un último toque maestro para rizar el rizo: podéis comentar también los problemas serios ante la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), autoridades máxima en esto del azar interretseteo aquí en España.
Pero así compañeros habrá que tener claras unas palabras mandamientos pa' buscar orientación necesaria e inteligencia imparcial al mover esta ficha delicada pasando desapercibida entre vasto campo sortudo tentador.