Hoy os vengo a contar mi experiencia en el Casino Atlántico de A Coruña. Ya sabéis que me encanta ir de casino en casino, como un Indiana Jones pero sin látigo ni sombrero, buscando la mejor experiencia y trato al cliente.
Nada más entrar por las puertas del Casino Atlántico, te sientes como si estuvieras entrando a una fiesta organizada por tu mejor amigo. Los empleados te reciben con una sonrisa tan amplia que parece que están haciendo un casting para anuncios de dentífricos.
Y eso no es todo, se preocupan por ti desde el minuto uno; siempre hay alguien dispuesto a echarte una mano o explicarte cualquier duda que tengas sobre los juegos. Es como tener un GPS humano dentro del casino, ¡sin necesidad de actualizarlo cada año! Si aún no habéis tenido la oportunidad de visitar este lugar mágico en A Coruña, os lo recomiendo encarecidamente.
Yo ya estoy planeando mi próxima escapada con nostalgia anticipada porque sé que volveré a encontrarme con esa atmósfera cálida y amigable. ¿Os imagináis todos allí disfrutando juntos? Sería como reunirnos en casa de un colega para pasarla bien y ganar unas cuantas manos al póker... Por este motivo ya sabéis, id preparando las maletas y avisadme cuando vayáis porque seguro nos llevamos unas buenas anécdotas.