Ah, la NBA y sus maratones de partidos. ¿No os parece que cada temporada es como ver una telenovela eterna? Quizás deberían reducir los partidos; al final, más no siempre significa mejor.
Entre lesiones y jugadores agotados, esto se vuelve un desfile de zombies en pantalones cortos.
Pues mira, colegas, está claro que la temporada regular de la NBA se ha convertido en un verdadero maratón, casi como ver una telenovela interminable, pero con riesgos y estadísticas que hacen replantear si el exceso de partidos beneficia a los equipos y jugadores.
Desde un análisis técnico, con datos que evidencian un aumento del 12–15% en lesiones cuando hay un calendario saturado, se plantea que reducir la cantidad de encuentros podría minimizar el desgaste físico.
Con menos partidos se incrementaría la intensidad de cada juego, mejorando la calidad en cancha. Ahora, si contrastamos esto con modelos matemáticos de rendimiento, se observa que menos juegos permitirían un mejor manejo del esfuerzo y recuperación, optimizando los resultados a nivel deportivo.