El baloncesto femenino ha estado en el candelero últimamente, pero aún queda un largo camino por recorrer. Es alentador ver cómo más personas están comenzando a prestar atención al talento y la pasión que las mujeres traen a la cancha.
Con ligas como la WNBA ganando notoriedad, hay una chispa de esperanza para un reconocimiento equitativo. Si lo comparamos con el masculino, todavía notamos diferencias significativas en cobertura mediática y patrocinio.
A menudo nos encontramos con preguntas sobre cuándo llegará esa igualdad tan ansiada. Aunque hemos avanzado algunos pasos hacia una mayor visibilidad del baloncesto femenino, aún estamos lejos de alcanzar su merecido lugar bajo los focos.
Y ahí está el meollo: seguimos esperando pacientemente ese momento justo.