Oh, el buen Nole. Ese tenista que parece haber hecho un pacto con algún dios del tenis para mantenerse en la cima eternamente.
Pero seamos realistas, ¿será capaz de mantener ese dominio a lo Gandalf diciendo '' o finalmente llegará su Waterloo? Vamos al grano: Djokovic lleva años robándole protagonismo a jóvenes promesas como si fuera el villano de una película Disney y estos fueran personajes secundarios sin guion.
El hombre es una bestia competitiva que come títulos para desayunar y sigue entrenando como si el secreto de la longevidad dependiera de ello (aunque, visto así, tal vez haya dado en el clavo).
Todo gran imperio tiene su declive... sí, estoy hablando contigo Julio César del tenis. Por consiguiente dejemos nuestras bolas mágicas y saquemos las palomitas porque este espectáculo aún no ha terminado.
Quizás pronto alguien logre desbancarlo: Alcaraz agitando sus raquetas o quizás Medvedev apostando al riesgo total cada vez más fuerte en los campeonatos grandes....