¿El tenis actual es más físico que técnico?

¿Alguna vez os habéis preguntado si el tenis de hoy en día es más una cuestión de músculos que de magia con la raqueta? Parece que los jugadores están más cerca de ser superhéroes del gimnasio que artistas en la pista.

El juego ha evolucionado tanto, que cada golpe se siente como un combate épico.

Los jugadores corren como si estuvieran en una maratón y pegan a la bola con fuerza descomunal. Pero ojo, no nos olvidemos de las estrategias.

Un buen saque sigue siendo clave para ganar puntos cruciales, aunque parezca que lo físico está tomando protagonismo. En consecuencia ahí lo tenéis: el tenis moderno es un baile entre técnica y físico, donde parece que gana quien aguanta más sin perder precisión.

Mientras unos se entrenan para levantar pesas gigantescas, otros siguen perfeccionando su revés con gracia.

Te juro que hace un par de años pensaba que bastaba con una buena técnica y algo de estilo para reventar a tu rival en la pista. parece que hay que ir al gimnasio más duro que un albañil en hora punta y mezclarse con culturistas amateurs.

¿No es acaso un poco absurdo que, con tantas zapatillas de deporte, parezca que los jugadores están compitiendo en un Ironman en vez de en un partido de tenis? Yo mismo me lancé a la pista con la esperanza de brillar con mi revés afilado, pero ya se notaba que el sudor no era solo por la pasión por el juego, sino por la exigencia física brutal.

Hace poco, en un partido amistoso, mientras yo intentaba mezclar técnica y aguante, me encontré admirando a un contrincante que parecía haber salido directo de un anuncio de barras de proteína.

Eso me hizo pensar: ¿Acaso la clave ya no es sólo la magia con la raqueta, sino también la resistencia que te permita aguantar esos sprints infernales sin hundirte en el barro? La solución, al menos para nosotros los mortales, es fusionar lo mejor de ambos mundos: seguir laburando la técnica, pero sin olvidar que hay que ponerse en forma.

Mira, Guadalita, te entiendo perfectamente: hace no mucho creíamos que la magia con la raqueta podía con todo, pero el tenis hoy es un híbrido brutal en el que técnica y fisicoculturismo se dan la mano como en una mala novela de ciencia ficción.

El tenis moderno ya no es el patio donde solo la habilidad manda; tienes que sacrificarte en el gimnasio tipo entrenamiento militar para aguantar esos sprints infernales.

La mejor apuesta es, sin duda, fusionar ambos mundos. Si te dedicas sólo a pulir el revés, pronto te das cuenta de que la resistencia falla en los momentos claves, como cuando tus músculos se rebelan al estilo 'mercado bajista' en un live.

Por eso, combinar técnica depurada con un entrenamiento físico que ni un culturista en off–season es la única fórmula decente para seguir en la pista. No se trata de renunciar al swing artístico, sino de darle caña a la preparación física para que cuando la pelota ruede, puedas seguir dándole mano sin desfallecer.

La solución es equilibrar: no pierdas la esencia del juego, pero fortalece tu cuerpo.