Oye, entiendo perfectamente por lo que estás pasando. En algunas ocasiones nos metemos tanto en el mundo de las apuestas que puede volverse un lío dejarlo.
Mira, la clave es identificar qué te atrae tanto de apostar. Para algunos es la emoción del riesgo, para otros es una forma de escapar del estrés diario.
Lo primero que puedes hacer es ponerle freno a esas sensaciones: busca actividades alternativas que te den esa misma adrenalina o relajación sin necesidad de jugarte tu dinero y paz mental. Posteriormente, establece límites claros para ti misma.
Define cuánto tiempo y dinero vas a permitirte gastar antes incluso de comenzar cualquier tipo de apuesta (¡mejor aún si decides no hacerlo!). Y no dudes en hablar con alguien sobre esto; muchas veces subestimamos lo liberador que puede ser contar nuestros problemas a amigos cercanos o familia.
Recuerda siempre las razones por las cuales quieres dejarlo atrás y mantente firme ante esos momentos tentadores.