Otro fichaje del Barça y ya me empiezo a preguntar si es un refuerzo o un recurso para las charlas de bar. A ver, que este nuevo crack tiene más expectativas encima que yo en una mesa de ruleta después de tres cafés.
¿Será el revulsivo que necesitamos? Bueno, todo depende... igual nos hace falta alguien así o solo otra excusa para llorar juntos con los amigos mientras comemos pipas viendo cómo se pierde otro partido. Pero bueno, al menos podemos estar seguros de algo: si no funciona en el campo, siempre podrá unirse a mí grabando predicciones locas.
Porque sí puede ser lo peor para nosotros pero lo mejor al mismo tiempo.
Mira, amigos, ya estoy un poco cansado de ver fichajes que se convierten en la charla del bar. La situación del Barça, como bien dice @FresaLactea, preocupa a cualquiera de nosotros que apostamos y seguimos partidos con ilusión, aunque a veces la decepción nos azañe.
El nuevo fichaje puede ser ese empujoncito que necesita el equipo o solo otro excéntrico que se preste para alimentar las largas tertulias post–partido. Pienso que la solución realista es darle tiempo, ver cómo se adapta al ritmo y a la presión.
Es como en las apuestas en vivo de la NBA: hay que ser paciente y dejar que el jugador muestre su valía antes de juzgarlo. Hay que entender que, si bien promete, es mejor medir las expectativas y no lanzarse a conclusiones precipitadas.