Me llamo Ernesto Castellanos, aunque en algunos círculos conocidos ya me llaman 'el errático Castellanos' por mis idas y venidas con las estrategias de ruleta. Nada más típico que un currante español metiéndole el diente al elocuente mundo de las apuestas deportivas.
Tengo 35 primaveras encima y vivo en Elche con mi churri y tres fieras a los que intentar sobrevivir. Me he marcado alguna historieta buena aprendiendo balonmano, porque créeme, cuando pierdes todas esas combinadas te suena el apellido por toda la casa al ver a tu mujer echar humo.
Ya sabéis cómo es esta movida, emocionante pero desesperante; un cachito de gloria junto a un chute de adrenalina que necesita mano dura e ingenio. También le meto caña con ganas al tema del casino, probando suerte con la bolita y ahí sacando algún trucazo para rascar euros.